miércoles, 11 de julio de 2012

CAYLÁN

El sitio de Caylán (PV31-30)
Caylán atrajo la atención de arqueólogos por el tamaño, densidad y complejidad interna de su trabajo en piedra (ver Proulx 1968: 71-72). Con una extensión de más de 200 hectáreas, fue rápidamente reconocido como uno de los centros más importantes e intrigantes del valle de Nepeña. Caylán impresionó fuertemente a Paul Kosok, quien visitó el sitio en 1949. Mientras realizaba una investigación extensiva de los sistemas de irrigación y manejo de agua en la costa norte, Kosok describió Caylán con las siguientes palabras: Parece consistir en un gran número de rectángulos blancos, de varios tamaños y formas, rodeados por murallas. (…) La ruina, que es llamada Caylán por los habitantes de las inmediaciones, pareciera ser para nosotros simplemente los restos de un ‘asentamiento’ consistente de innumerables murallas de piedra rodeando varias pirámides pequeñas de piedra. Las murallas encerraban recintos (pero) no habían calles! Fueron estos recintos sitos de habitación, como otros que hemos visto, donde los antiguos habitantes caminaban por sobre las murallas? O posiblemente fueron los recintos jardines asociados con las pirámides? Hasta ahora la ruina es un misterio (Kosok 1965: 208-209). La descripción de Kosok de Caylán remarca los aspectos más llamativos de este tipo de arquitectura de “recintos” documentada durante el período Formativo en Nepeña. En particular, la presencia de recintos rectangulares amurallados junto a pequeñas plataformas elevadas. Este tipo de arquitectura, con sus recintos amurallados rectangulares junto a plazas hundidas y pequeñas plataformas elevadas, ha sido una incógnita que los arqueólogos tienen que resolver. Las excavaciones en Huambacho en 2003 y 2004 han proporcionado cierta comprensión de la organización espacial, diseño y uso público de los recintos de piedra del período Formativo en el contexto de un pequeño centro de élite (Chicoine 2006a, 2006b), pero poco se sabe del gran asentamiento de Caylán, donde la densidad y escala de la arquitectura no tienen precedentes. Observaciones preliminares de superficie realizadas por Richard Daggett en los 80s sugirieron que el centro urbano de Caylán estaba organizado en sectores distintivos, quizá teniendo como base funciones residenciales, ceremoniales y/o industriales (Daggett 1984). Mientras tanto, diferencias en la calidad y organización espacial de la arquitectura en piedra sugieren la existencia de divisiones sociales bien definidas. Sin embargo, muchas preguntas importantes permanecen sin contestar: ¿Quién patrocinó la construcción de estos complejos?, ¿Cómo estuvieron organizados políticamente estos grupos? ¿Qué nos dice su estudio acerca de la organización social y las interacciones del período Formativo en Nepeña?, ¿Cómo dieron forma a los paisajes locales el desarrollo de Caylán y de sus comunidades vecinas?
El sitio de Caylán (PV31-30)
Caylán atrajo la atención de arqueólogos por el tamaño, densidad y complejidad interna de su trabajo en piedra (ver Proulx 1968: 71-72). Con una extensión de más de 200 hectáreas, fue rápidamente reconocido como uno de los centros más importantes e intrigantes del valle de Nepeña. Caylán impresionó fuertemente a Paul Kosok, quien visitó el sitio en 1949. Mientras realizaba una investigación extensiva de los sistemas de irrigación y manejo de agua en la costa norte, Kosok describió Caylán con las siguientes palabras: Parece consistir en un gran número de rectángulos blancos, de varios tamaños y formas, rodeados por murallas. (…) La ruina, que es llamada Caylán por los habitantes de las inmediaciones, pareciera ser para nosotros simplemente los restos de un ‘asentamiento’ consistente de innumerables murallas de piedra rodeando varias pirámides pequeñas de piedra. Las murallas encerraban recintos (pero) no habían calles! Fueron estos recintos sitos de habitación, como otros que hemos visto, donde los antiguos habitantes caminaban por sobre las murallas? O posiblemente fueron los recintos jardines asociados con las pirámides? Hasta ahora la ruina es un misterio (Kosok 1965: 208-209). La descripción de Kosok de Caylán remarca los aspectos más llamativos de este tipo de arquitectura de “recintos” documentada durante el período Formativo en Nepeña. En particular, la presencia de recintos rectangulares amurallados junto a pequeñas plataformas elevadas. Este tipo de arquitectura, con sus recintos amurallados rectangulares junto a plazas hundidas y pequeñas plataformas elevadas, ha sido una incógnita que los arqueólogos tienen que resolver. Las excavaciones en Huambacho en 2003 y 2004 han proporcionado cierta comprensión de la organización espacial, diseño y uso público de los recintos de piedra del período Formativo en el contexto de un pequeño centro de élite (Chicoine 2006a, 2006b), pero poco se sabe del gran asentamiento de Caylán, donde la densidad y escala de la arquitectura no tienen precedentes. Observaciones preliminares de superficie realizadas por Richard Daggett en los 80s sugirieron que el centro urbano de Caylán estaba organizado en sectores distintivos, quizá teniendo como base funciones residenciales, ceremoniales y/o industriales (Daggett 1984). Mientras tanto, diferencias en la calidad y organización espacial de la arquitectura en piedra sugieren la existencia de divisiones sociales bien definidas. Sin embargo, muchas preguntas importantes permanecen sin contestar: ¿Quién patrocinó la construcción de estos complejos?, ¿Cómo estuvieron organizados políticamente estos grupos? ¿Qué nos dice su estudio acerca de la organización social y las interacciones del período Formativo en Nepeña?, ¿Cómo dieron forma a los paisajes locales el desarrollo de Caylán y de sus comunidades vecinas?

En 2009, los miembros del Proyecto Arqueológico Caylán comenzaron el primer mapeo sistemático del sitio. Los resultados preliminares de los recorridos de superficie y de las operaciones de mapeo indican la complejidad y el dinamismo del centro urbano. A partir del tamaño y densidad del asentamiento, se estima que una gran población pudo haber vivido en el centro urbano. Con esta gran densidad demográfica, es razonable sugerir que las elites de Caylán desempeñaron una función fundamental en la formación de interacciones regionales, incluyendo el manejo de sistemas de irrigación, acuerdos de tenencia de tierras, y redes de intercambio. Por otro lado, el crecimiento de la comunidad urbana de Caylán es posible que haya ocurrido debido a una amplia variedad de transformaciones ecológicas inducidas por los habitantes. Durante tiempos tempranos en la costa de Perú, la extensión de las redes de irrigación y de tierras agrícolas, así como la intensificación en la explotación de recursos marinos y terrestres, son algunos de los efectos más sobresalientes del crecimiento urbano. Desde deforestación a un incremento en la salinidad de los suelos arables y erosión, estos procesos impactaron las condiciones ambientales locales, y afectaron en conjunto la producción y evolución del paisaje costero. A través de investigaciones en campo, el Proyecto Arqueológico Caylán tiene el objetivo de estudiar la evolución de estos antiguos paisajes costeros.

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